Uno nada más
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Uno nada más



Chulada de imagen que nos regalan desde Rancho 2P en el semidesierto de Mapimí, Durango, México. En la imagen podemos ver el resultado de UN SOLO IMPACTO ANIMAL a alta densidad (800 ugm/ha) y reposo. Aún falta que descanse más, se tiene planeado pastorear de nuevo hasta agosto, después de una temporada de lluvias más, para lograr mayor establecimiento de plantas nuevas. Excelente trabajo de Daniel Padilla.


Antes de seguir, quisiera dejar más claro el contexto del sitio, porque no todo es trópico húmedo. Aquí les llueven en promedio 250 mm de lluvia AL AÑO, pero caen en básicamente 3 meses, julio, agosto y septiembre.


Lo que vemos en la imagen es la reacción del suelo a un correcto impacto animal que le dió un masaje al suelo (leer artículo ¿Y si le damos un masaje al suelo) que permitió que infiltrara un poco más de agua que antes y germinaran más semillas. Se le dará un descanso largo por lo siguiente:


1. Es un ecosistema muy friable (frágil, con poca humedad) lo que genera procesos muy lentos, por ende, se necesitan reposos más largos.

2. Tener plantas que frenen las gotas de agua de la siguiente temporada de lluvias y permitir más infiltración de agua y más germinación de semillas.

3. Permitir que las nuevas plantas desarrollen bien sus raíces para evitar que sean arrancadas con la mordida de la vaca.

4. Al ser tan erráticas las lluvias, tan inciertas, la reserva forrajera debe ser aún mayor.


Los pastos que tienen en su mayoría en estos terrenos tan degradados son anuales (que completan su ciclo de vida una vez al año desde germinación hasta muerte, y no rebrotan), y queremos los perennes, los que si rebrotan. Estos últimos germinarán una vez que el suelo se haya mejorado, que tenga más humus y más biocenosis (actividad biológica). ¿Cuál es la razón de esto?, pues un proceso que se llama Sucesión Biológica, hablemos de esto un poco.


La sucesión biológica es un proceso continuo y gradual que se divide en dos tipos: primaria y secundaria. La sucesión primaria se refiere al proceso de colonización y desarrollo de un ambiente virgen, como un volcán recién formado o una roca desnuda en el fondo del mar. En estos casos, las primeras especies en establecerse son organismos que pueden vivir en condiciones extremadamente adversas, como bacterias, líquenes y musgos. A medida que estas especies establecen un hábitat y modifican el ambiente, se abre la oportunidad para que otras especies, como árboles y animales, se establezcan y compitan por recursos.


La sucesión secundaria se refiere al proceso de cambio en la estructura y composición de una comunidad ya establecida, como un bosque o un campo cultivado. Estos cambios pueden ser causados por factores naturales como incendios forestales o inundaciones, o por actividades humanas como la tala o la agricultura o la ganadería. En estos casos, las especies que se establecen y prosperan dependen de las condiciones ambientales existentes y de las especies que ya están presentes.


En ambos casos, la sucesión biológica se caracteriza por la aparición de especies progresivamente más complejas y adaptadas a su ambiente, hasta llegar a un estado de equilibrio llamado "clímax".


En este proceso evolutivo, el suelo va aumentando:


1. el contenido de humus,

2. la cantidad de poblaciones y especies de micro, meso y macroorganismos,

3. las cadenas alimenticias


En general, se va haciendo más complejo, más rico en nutrientes y en energía, lo que permite que especies más complejas y de mayores requerimientos nutricionales se establezcan. Y esos pastos perennes son especies con mayor requerimiento que los anuales, y también de mejor contenido nutricional, si lo vemos desde la perspectiva de la ganadería.


En resumen, la sucesión biológica es un proceso gradual y continuo de cambio en la estructura y composición de una comunidad biológica a lo largo del tiempo. Puede ser primaria o secundaria, y suele conducir a un estado de equilibrio en el cual la comunidad alcanza su máximo desarrollo y diversidad. Y en el caso de los ranchos agrícolas o ganaderos, este proceso también puede ser revertido, dependiendo del modelo de producción que se implemente.


Ahora, en las zonas con menos humedad (mas friables) ese proceso de sucesión es mucho más lento y requiere de la presencia de animales bien manejados. Conforme la humedad es más abundante y mejor distribuida en el año, como en el trópico húmedo, la presencia de animales bien manejados es menos necesaria. Esto es porque la misma humedad permite que los procesos de sucesión se den por si solos. En estos casos los tiempos de reposo deben ser mucho más cortos.


En cambio, en los ecosistemas más secos (friables), los microorganismos y la humedad andan en el tracto digestivo de los animales, que en nuestro caso son las vacas y tenemos que administrarlas muy bien.


En conclusión, con este caso que nos comparte Daniel Padilla, podemos ver como con UN SOLO correcto impacto animal se pueden tener avances gigantes en la regeneración de tu rancho, paso importante para poder aumentar la cantidad de animales que puedas sostener, diluir tus costos fijos y reducir tus costos directos por tener animales mejor nutridos.


Ahora si, ¿y tu que esperas para darle cabida a la Ganadería Regenerativa en tu rancho?


Daniel Suárez


PD. Te invito a que sigas en Instragram a Rancho 2P para que conozcas más su trabajo y no te pierdas todo lo que nos comparten.

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